El Mosad ha disminuido sus operaciones secretas en Irán, sesgando los esfuerzos encubiertos para desbaratar o postergar el programa nuclear, en los últimos meses, en "decenas de por cientos", según un reporte de la revista Time Magazine, que cita a altas oficiales de seguridad israelíes.
Según el informe un alto número de operaciones ha sido cancelado, incluyendo las presuntas misiones de alto perfil, tales como los asesinatos de científicos, las detonaciones en las bases de misiles iraníes y los esfuerzos para recolectar inteligencia y reclutar espías dentro del programa atómico iraní.Los recortes no han sido recibidos con beneplácito en las filas del Mosad, provocando una "creciente insatisfacción", dijo un oficial a la revista Time. Otro alto oficial de seguridad atribuyó esto a la reluctancia del primer ministro, Biniamín Netanyahu, que teme que la operación encubierta pueda ser descubierta o fracase.El informe señala que Netanyahu está traumado por frustrado el intento del Mosad de eliminar al alto operativo de Hamás, Khaled Mashaal, en Amman, Jordania, en 1997, cuando ejercía el cargo de primer ministro. Dos agentes del Mosad fueron capturados tras intentar envenenar a Mashaal, y regresaron a Israel solamente después de que Netanyahu ordenara enviar el antídoto. El jefe del Ejecutivo también tuvo que liberar al líder espiritual de Hamás, jeque Ahmed Yasin, de la prisión. "Bibi está traumado por el incidente de Mashaal", explicó el alto oficial. "Tiene miedo de otro fracaso, de algo que le reviente en la cara", precisó.Según el Time Magazine, la inteligencia iraní ya ha quebrado a una célula entrenada y equipada por el Mosad. La inteligencia occidental ha confirmado que la detallada confesión de Majid Jamali Fashid sobre el asesinato en enero de 2010 del científico nuclear Massoud Ali Mohammadi, mediante la explosión de una bomba colocada en su automóvil por un motociclista, es auténtica, y acusa a un tercer país por la exposición de la célula.La revista también señala que la reluctancia de Estados Unidos a hacer la vista gorda con respecto a los asesinatos tal vez ya sea una cosa del pasado. Tras la muerte del científico iraní Mustafá Ahmadi Roshan, en enero, Washington desmintió "categóricamente" cualquier participación en su fallecimiento y emitió una condena.Time Magazine afirma que reducir las operaciones encubiertas también tiene sus costos, particularmente cuando Irán se apresura a dispersar las centrifugadores para enriquecer uranio en instalaciones subterráneas construidas en las profundidades de la tierra.
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