Ni Israel ni Estados Unidos saben dónde se encuentran los talleres en los que se fabrican las centrifugadoras para la producción de uranio enriquecido, y en los últimos años su número se ha multiplicado, señala un detallado informe de Washington que analiza la posibilidad de un ataque militar israelí.El reporte de 48 páginas preparado por el Servicio de Investigaciones del Congreso de Estados Unidos titulado "Israel: Posible ataque militar contra las instalaciones nucleares de Irán" analiza las distintas variables y los puntos críticos sobre el asunto. El documento examina ciertas dificultades que hasta ahora no habían llamado la atención en Israel y el resto mundo – la dispersión de los talleres dónde se producen las centrifugadoras para enriquecer uranio se agrega a las dificultades para una acción militar contra las instalaciones atómicas iraníes. Según el informe, ni Jerusalén ni Washington saben con certeza donde se encuentran las instalaciones nucleares de la República Islámica y la dispersión de los sitios hace aún más difícil la evaluación del éxito de un ataque militar. "No es claro cuál será el efecto último de un ataque sobre la probabilidad de que Irán adquiera armas nucleares", concluye el informe.Los investigadores del Congreso sostienen que "un ataque que deje intactas las instalaciones donde se producen las centrifugadoras y el sistema de conversión de Irán reduciría considerablemente" el tiempo que Teherán precisa para reanudar sus actividades nucleares.Más aún, los autores del reporte citan a un ex oficial estadounidense subrayando que Irán podría replicar la mayoría de los talleres donde se fabrican las centrifugadoras en un lapso de sólo seis meses
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