En Irán, el pastor Yousef Nadarkhani continúa en espera de una decisión sobre la pena de muerte que pesa sobre su cabeza por negarse a retractarse de su fe, mientras soporta torturas físicas y psicológicas.
Nadarkhani es un pastor protestante iraní condenado a muerte hace un año después de que un tribunal de apelaciones en Rasht, Irán, lo declarara culpable de dejar el Islam en septiembre de 2010. Pendiente de una resolución definitiva sobre si se ejecuta o no la sentencia, se encuentra en una situación de evidente deterioro de su salud, según una persona cercana a su familia y miembro de la iglesia de Nadarkhani en Irán, que pidió el anonimato.
Esta fuente ha revelado que la comunicación directa con Nadarkhani está muy limitada, pero que a través de personas cercanas a los presos cristianos de la cárcel han sabido que el pastor protestante ha sido sometido a torturas físicas y psicológicas en la prisión.
“Es seguro que le han golpeado, pero sus conversaciones [por teléfono] están siendo controladas [por las autoridades]“, dijo esta fuente. Pero “sabemos que ha estado en situaciones extremas, que consideramos como tortura. Cuando pasas mucho tiempo en una celda de aislamiento sin poder hablar con los demás durante mucho tiempo, o si te dicen que te van a matar, eso también es tortura.”
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