
El objetivo de esta iniciativa es lograr una formación profesional para los presos para prepararlos cara a la reinserción social tras lograr su libertad.
La primera fase del proyecto se desarrollará en cárceles de la Región Metropolitana. Sólo en la Penitenciaría de Santiago hay 1.800 presos conversos al cristianismo evangélico, aunque a nivel nacional se estima que 4 mil han seguido el mismo proceso espiritual.
EL ACUERDO
El compromiso firmado por Michael Faure, presidente de OTIC , el obispo Eduardo Durán Castro y el obispo Jorge Muñoz Carvajal , presidente y vicepresidente del CONIEV respectivamente, busca estimular a los empresarios cristianos para que brinden una oportunidad real de reinserción social a personas que han quebrantado la ley.
Esto significaría no sólo un apoyo en su retorno a la libertad sino que puedan reconstituir su red familiar.
La idea es que a través de estos empresarios evangélicos se financien las becas de los reclusos en sus procesos de aprendizaje, según cursos acreditados por el SENCE
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