martes, 22 de noviembre de 2011

Descubrí que el poder de Dios es inigualable”

 TAGS:
Desde muy pequeño Jorge Arista no se sentía feliz. Percibía que algo no andaba bien. Además, sensaciones sospechosas rondaban su hogar cuando sus padres y sus tíos subían durante varios días al monte.
En plena adolescencia su progenitor le enseñó a practicar rituales paganos. A los catorce años se enteró que toda su familia estaba conformada por brujos. Ese mismo año, que tuvo su primera experiencia con fuerzas ocultas, que se presentaban tomando forma de seres deformes.
Desde esa vez, su personalidad cambió, a tal punto que quiso matar a su propia hermana.
A los 18 años dejó su casa con la idea de independizarse. Viajó a la ciudad de Iquitos y conoció a Ana Meléndez con quien se casó.
Al pasar los años, ya con hijos a cuestas, comenzó a pensar en los supuestos poderes que heredó y en el lucrativo negocio que podía hacer con ellos. Es así que decidió viajar a la frontera entre Perú y Ecuador para buscar a un brujo quien le enseñaría sus artes oscuras.
 Al llegar a la ciudad de Secoya entre ayunos y meditaciones comenzó a tener experiencias con demonios, pero esta vez algo lo sorprendió. Un ser maligno tomó forma de hombre y frecuentemente le enseñaba más sobre el ocultismo.
Este ser también fue visto por su esposa, quien tuvo mucho miedo de lo que empezaba a suceder en su hogar.
Día del Juicio
Luego de tres años, regresó a Iquitos con las ansias de vengar a todas las personas que habían dañado a su familia. Pero también descubrió que tenía algo que ni sus poderes podían curar, estaba enfermo con el virus del VIH.
Después de algún tiempo llegó a Lima, y en medio de su desesperación recordó que alguna vez alguien le había predicado.
 Sentado en un parque de Santa Anita, con sus resultados médicos en mano, por primera vez comenzó a clamar a Dios. Inmediatamente, sintió una presencia inigualable, de pronto sobrevino en él un quebranto profundo. Ya nada era igual.
Luego confirmó que Dios lo había sanado, rompió las cadenas que lo tenían cautivo al diablo. Tras superar varios embates del enemigo, dejó las prácticas ocultistas, reconoció al único dador de la libertad del alma: Jesucristo.
Actualmente participa activamente junto a su familia en la Obra del Movimiento Misionero Mundial en Lima. Testifica y dice que Dios es real y poderoso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario