“Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz
de toda la tierra...” allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y
desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.” Génesis
11:8-9.
La Biblia nos indica que todos los humanos hoy en
la tierra descienden de Noé y su esposa, sus tres hijos y sus esposas, o sea de
Adán y Eva. Debido al hecho de que existen diferencias obvias entre el color de
la piel de diferentes grupos étnicos, muchas personas han dudado del recuento
bíblico, afirmando que tal diversidad sólo podría suceder si se evoluciona
separadamente por decenas de miles de años.
Debemos iniciar este artículo con afianzar que
está comprobado que hay sólo una raza, por supuesto la raza humana. La Biblia
nos enseña que Dios "de una sangre ha hecho Dios todo el linaje de los hombres"
(Hechos 17:26). La Biblia distingue a las personas por agrupaciones tribales o
nacionales, no a través del color de la piel o por la apariencia física.
Aunque hay diferencias físicas entre "las razas,"
o propiamente dicho, entre los grupos étnicos, las diferencias no son realmente
tan grandes. Aún los evolucionistas no afirman orígenes separados de la
evolución para las razas, estando de acuerdo que todos los humanos descienden de
una población común. Por supuesto, ellos afirman que grupos como los Aborígenes
o los chinos han tenido decenas de miles de años de separación para que
ocasionen sus rasgos físicos tan diferentes.
"Muestras de genéticas modernas demuestran, sin
embargo, que cuando un gran grupo, que se cruza libremente es repentinamente
dividido en muchos grupos más pequeños entre los cuales desde aquel momento se
engendran tan sólo entre ellos, las diferentes características raciales
sucederían muy rápidamente. Una lección simple de herencia muestra que un par de
padres medio-castaño podría producir todos los matices de color conocidos, de
muy blanco a muy negro, en tan sólo una generación" (TheAnswers Book.
EdiciónRevisada. Ken Ham, Andrew Snelling y Carl Wieland. Amo Books, 1992).
La Biblia nos dice que semejante evento ocurrió
brevemente después del Diluvio. Por unos pocos siglos, había sólo un idioma y un
grupo cultural. Entonces, no había ninguna barrera de matrimonios dentro de este
grupo. Esto tendería a mantener el color de la piel de la población lejos de los
extremos, o muy negros o muy blancos.
La piel un tanto oscura o un tanto blanca
aparecería, pero estas personas, al casarse con alguien menos oscuro o menos
claro que ellos, garantizaría que el color promedio se quede aproximadamente
igual. Bajo estas circunstancias, las líneas raciales distintas nunca habrían
surgido. Este es el caso en países donde todos son blancos o todos son negros.
Mientras no exista mezcla, todos continuarán siendo o todos blancos, o todos
negros. Lo mismo sucedió donde todos eran de un solo color. Esto es verdad tanto
como para los animales como para la población humana.
Para obtener las líneas separadas que observamos
hoy, usted necesitaría dividir un grupo grande en grupos más pequeños y así
mantenerlos por separado, es decir, no cruzándolos más.
Esto es exactamente lo que pasó en Babel. Después
del Diluvio, Dios les dijo a Noé y a su familia que debían llenar la tierra con
sus descendientes. Sin embargo, después de sólo unas pocas generaciones, estaba
claro que las personas habían decidido desobedecer a Dios y continuar viviendo
como una sola población.
"Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y
unas mismas palabras. Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una
llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí", Génesis 11:1-2.
Pues en Babel Dios hizo a las personas hablar en
idiomas diferentes y esto causó que fueran esparcidos a través de la faz de la
tierra.
Después de un tiempo de estar separados y estar
hablando un idioma diferente al de sus vecinos, aparecieron las barreras
instantáneas que Dios anticipó para que así en efecto "llenaran la tierra".
"Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su
lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció
Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra... allí confundió Jehová el
lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la
tierra", Génesis 11:1:7-9.
De esta forma, las personas tenderían a casarse
sólo con alguien que ellos pudieran entender, porque de otra forma grupos
enteros que hablaran el mismo idioma tendrían dificultades de relacionarse y de
confiar en aquéllos que no lo hicieron. Así, la humanidad estuvo dividida en
grupos que a su vez pasarían genéticamente a sus descendientes características
comunes, tales como el color, la forma de la nariz, de los ojos, etc. Fue así
como gracias a grupos más pequeños y por consiguiente, grupos pasando a sus
descendientes características adoptadas de adaptación, se empezaron a
desarrollar distintas características físicas en un período de tiempo muy
corto.
Este modo de explicar lo sucedido resuelve tantos
problemas que el Evolucionismo no es capaz de resolver. Todo claramente apoyado
por la Biblia (historia) y por la Ciencia (Creacionismo Científico).
Fuente: Ministerio antes del fin
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