La Iglesia Evangélica Metodista Argentina (IEMA) difundió un
documento de rechazo frente a “la creciente militarización” del archipiélago
austral, ante la decisión del Gobierno británico de enviar a las islas Malvinas
–archipiélago situado en el Océano Atlántico Sur, en la plataforma continental
argentina- un moderno y poderoso destructor y a uno de los príncipes de la
familia real.
“El tema de las Islas Malvinas para el pueblo argentino y para nuestra iglesia, es sumamente sensible y delicado, dado el reclamo que desde hace muchos años viene haciendo nuestro país por la soberanía de las Islas. Como todos recordamos, significó hace treinta años una aventura bélica que dejó secuelas de muertes y heridas en muchas familias de ambos pueblos, lo que en nuestro caso incluye también miembros de nuestra iglesia”, señala la declaración enviada a la Conferencia Metodista de Gran Bretaña por el obispo Frank de Nully Brown, en nombre de la IEMA.
Tras citar la carta del apóstol a los habitantes de Éfeso -“Cristo es nuestra paz, que hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía…”-, el obispo metodista concluyó: “Estas palabras bíblicas nos desafían para que oremos y actuemos para que el diálogo encuentre la solución justa que traiga paz a nuestros pueblos desechando los caminos violentos de otra aventura militar”. RECLAMO ANTE LA ONU
El canciller argentino Héctor Timerman realizó el pasado jueves 9 una amplia denuncia de la militarización por parte de Gran Bretaña en las islas Malvinas y las islas del Atlántico Sur ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y afirmó que la Argentina sostiene la posición que “los problemas entre los países deben ser resueltos de manera pacífica y a partir del diálogo”.
Timerman enumeró el poderío militar británico en la zona de Malvinas al nombrar el submarino nuclear Vanguard con capacidad de transportar armamento nuclear que el Reino Unido envió, según varias denuncias periodísticas y aclaró que ante esta noticia, la Argentina y otros países de la región pidieron que la potencia del norte confirme o niegue esa versión. “Hasta el día de hoy no hubo respuesta alguna” afirmó el canciller, que no dudó en reconocer que “el Atlántico Sur es el último refugio de un imperio en decadencia”, en referencia a Gran Bretaña.
El canciller argentino afirmó que los reclamos de soberanía de la Argentina se encausan a través de las Naciones Unidas porque esta es “la organización por excelencia en la defensa de la paz” en el mundo, y destacó “el apoyo unánime” que recibe en este tema nuestro país por parte de las naciones de Latinoamérica.
“El tema de las Islas Malvinas para el pueblo argentino y para nuestra iglesia, es sumamente sensible y delicado, dado el reclamo que desde hace muchos años viene haciendo nuestro país por la soberanía de las Islas. Como todos recordamos, significó hace treinta años una aventura bélica que dejó secuelas de muertes y heridas en muchas familias de ambos pueblos, lo que en nuestro caso incluye también miembros de nuestra iglesia”, señala la declaración enviada a la Conferencia Metodista de Gran Bretaña por el obispo Frank de Nully Brown, en nombre de la IEMA.
Tras citar la carta del apóstol a los habitantes de Éfeso -“Cristo es nuestra paz, que hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía…”-, el obispo metodista concluyó: “Estas palabras bíblicas nos desafían para que oremos y actuemos para que el diálogo encuentre la solución justa que traiga paz a nuestros pueblos desechando los caminos violentos de otra aventura militar”. RECLAMO ANTE LA ONU
El canciller argentino Héctor Timerman realizó el pasado jueves 9 una amplia denuncia de la militarización por parte de Gran Bretaña en las islas Malvinas y las islas del Atlántico Sur ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y afirmó que la Argentina sostiene la posición que “los problemas entre los países deben ser resueltos de manera pacífica y a partir del diálogo”.
Timerman enumeró el poderío militar británico en la zona de Malvinas al nombrar el submarino nuclear Vanguard con capacidad de transportar armamento nuclear que el Reino Unido envió, según varias denuncias periodísticas y aclaró que ante esta noticia, la Argentina y otros países de la región pidieron que la potencia del norte confirme o niegue esa versión. “Hasta el día de hoy no hubo respuesta alguna” afirmó el canciller, que no dudó en reconocer que “el Atlántico Sur es el último refugio de un imperio en decadencia”, en referencia a Gran Bretaña.
El canciller argentino afirmó que los reclamos de soberanía de la Argentina se encausan a través de las Naciones Unidas porque esta es “la organización por excelencia en la defensa de la paz” en el mundo, y destacó “el apoyo unánime” que recibe en este tema nuestro país por parte de las naciones de Latinoamérica.
La Iglesia Metodista argentina envía una petición de ayuda y protesta a la
Conferencia Metodista de Gran Bretaña
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