Un folleto evangelístico puede contribuir a salvar un Hogar. Esta frase podría resumir cómo la vida de Abelardo Bolaños tuvo un giro de 360 grados.
Él, junto a su esposa Olga e hijos, vivían tranquilamente, pero su relación comenzó a resquebrajarse tras la intervención de una tercera persona en su hogar que sembró intrigas, provocando la separación.
El divorcio era inminente, Abelardo cuenta que solo esperaba a firmar el documento que oficializaría su nuevo estado civil. “Lo que no noté era que mis hijos sufrían mucho”, cuenta el protagonista de esta historia.
Paso algún tiempo y Abelardo realizaba un trámite, mientras estaba en la cola de espera un cristiano evangélico le entregó un folleto que decidió guardar sin prestarle mayor interés.
Pero sin querer se volvió a cruzar con el tratado. “Quise sacar plata para pagar el pasaje y encontré el folleto donde leí la dirección de un templo cristiano al que decidí acudir”, narra Abelardo.
Llegó a la Casa de Dios, donde escuchó un mensaje a través del cual conoció la verdad bíblica sobre el divorcio.
Al poco tiempo comprendió que era de imperiosa necesidad volver a unirse a su aún esposa. Pero no era misión fácil de realizar. Olga dudaba del cambio de su conyugue.
Trato de Dios
Pasaron tres años y la prima de Olga falleció. Poco después, su hermano sufrió una enfermedad. Fue en ese contexto que ella decidió por primera vez en su vida arrodillarse y pedirle a Dios por su familiar, también tuvo que levantar el teléfono para contarle a Abelardo lo que estaba pasando.
Fue ese el momento en el que sintió que Dios estaba a su lado, el Todopoderoso que ya acompañaba a su esposo.
No fue fácil, pero el hogar se volvió a unir en torno a Jesucristo. Actualmente le sirven juntos a Dios en la Iglesia Central del Movimiento Misionero Mundial en Lima, Perú.
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