A principios del siglo pasado en la ciudad de
Berlín, llegó un conferencista a una universidad muy reconocida, y estando
atestado el salón retó a sus alumnos con esta pregunta: “¿Dios creó todo lo que
existe?” Un estudiante valiente contestó: “Sí, lo hizo”. El profesor contestó:
“Si Dios creó todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el
precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios
es malo”. El joven se sintió abrumado y el profesor, feliz, se jactaba de haber
probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo: “¿Puedo
hacer una pregunta, profesor?” Respondió el profesor: “Por supuesto”. El joven
se puso de pie y preguntó: “¿Profesor, existe el frío?” El profesor no se
esperaba esa pregunta, y le dice: “¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que
existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?” El muchacho respondió: “De hecho,
señor, el frío no existe. Según las leyes de la física, lo que consideramos
frío, en realidad es ausencia de calor”.
El joven mantuvo su conversación diciendo: “Todo
cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el
calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero
absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven
inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese
término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor”.
Y el estudiante le hizo otra pregunta al profesor:
“¿Existe la oscuridad?”, el profesor respondió: “Por supuesto”. El estudiante
contestó: “Nuevamente se equivoca, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es
en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso
existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores
en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no,
un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina
el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuán oscuro está un espacio determinado? Con
base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un
término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay
luz presente”.
Finalmente, el joven preguntó al profesor: “¿Existe
el mal?” El profesor respondió: “Por supuesto que existe, como lo mencioné al
principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas
son del mal”. A lo que el estudiante respondió: “El mal no existe, o al menos no
existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios. Es igual que los
casos anteriores, un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia
de Dios. Dios no creó al mal. El mal es el resultado de que la humanidad no
tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay
calor, o la oscuridad cuando no hay luz”.
Entonces el profesor, después de asentar con la
cabeza, se quedó callado en medio del salón, mientras que todos esos jóvenes que
estaban allí irrumpían en aplausos por el joven que había intervenido. Este
suceso llegó a oídos del mismo director de la universidad que llamó al joven y
lo felicitó, y le dijo que su participación había sido magistral. El director le
preguntó: “¿Cuál es tu nombre?” El joven le dijo: “Mi nombre es Albert
Einstein”. El que más adelante llegó a ser ese gran físico matemático, de mente
brillantísima, el más grande científico de la era moderna, judío-alemán, un
hombre que creía en Dios.
Albert Einstein. 1879-1955. Científico nacido en
Alemania, de padres judíos, nacionalizado estadounidense. Es uno de los
científicos más conocidos y trascendentes del siglo XX l